Este proyecto ha sido muy interesante por muchos motivos; nuestra clienta tenía muchos objetos especiales y personales que había acumulado a lo largo de los años: compras en mercadillos de segunda mano en diferentes países, herencias familiares, vajillas de cerámica hechas por su madre, fotos tomadas por sus amigos, etc. Todos estos detalles eran muy importantes para ella, pero no lucían dentro de armarios cerrados y cajas. Nuestro trabajo fue sacarlos a la luz y hacer que sean parte integral del diseño de la casa.
Siempre estudiamos con detalle las necesidades, los gustos del cliente y las características del espacio para proporcionar la mejor solución de interiorismo posible al proyecto. Sin duda, el proceso es más divertido cuando el cliente aporta sus propios toques personales, así que nos emocionó trabajar con ella. Usamos una combinación de nuestras propias piezas vintage, únicas, junto con algunas piezas más básicas, de tiendas de decoración, para crear un aspecto bohemio y ecléctico que a la vez fuese de presupuesto asequible.
Para el dormitorio, buscábamos un ambiente relajante. La clienta tenía una alfombra Kilim adquirida en un mercadillo cuando tenía 14 años y que le acompaña desde entonces, por tanto, era importante incorporar la alfombra también en su nuevo hogar, pero al tener gatos en la casa no quería ponerla en el suelo. Así que decidimos colgarla a la pared detrás de la cama a modo de cabecero. De esta manera se convierte en la pieza central de la habitación y también eleva el marco de la cama que es relativamente básica.
Combinamos este elemento destacado con baúles vintage en lugar de una mesita de noche tradicional para, no solo agregar más espacio de almacenamiento, sino también destacar su afición de viajar y completar, de este modo, el estilo vintage ecléctico.
El armario ropero es una de las piezas que renovamos. Originalmente era de madera muy oscura y decidimos pintarlo para darle un aspecto más fresco y menos anticuado. Planteamos la posibilidad de hacer partícipes a todos los miembros de la familia y optamos por dejar que su hija de 5 años plantease el color y, por supuesto, ¡eligió el rosa!
De esta forma nos decantamos por un tono rosado más pálido para que no pareciese demasiado infantil y para que combinase con los tonos neutros de la habitación.
Otra de las solicitudes principales de nuestra clienta fue crear un espacio de trabajo para ella y su hija, a quienes les gusta mucho pintar y hacer manualidades juntas. Decidimos crear en este espacio un pequeño Gallery-Wall con las obras de arte de su hija para que pareciera realmente un espacio creativo. Sin duda el toque de color aporta mucha vitalidad al ambiente.
La cocina en particular fue una parte muy divertida en este proyecto. Logramos incluir muchos objetos personales de nuestra clienta, como la palangana de metal esmaltado que pertenecía a su abuela, un farol antiguo de pared que compró en un mercadillo de Paris, fotos hechas en Roma y Girona y la Mano de Fátima comprada en Jerusalén. Inspirados por esta mezcla cultural decidimos hacer una mezcla de estilos y épocas incluyendo los muebles también. Todos los muebles vienen de nuestro estudio; las sillas de comedor son de mediados del siglo XX, mientras que la vitrina de vidrio, aunque renovada y pintada, es mucho más clásica. La mesa era solo un marco con patas que pintamos y a los que añadimos un sobre nuevo fabricado en madera de Iroko.
Para la sala de estar también nos hemos inspirado en otros objetos de la clienta: el espejo sol perteneció a su suegra y el cuadro de Yves Saint Laurent lo compro en su museo en Marrakech.
A esta mezcla hemos añadido, entre otras cosas, una alfombra marroquí Beni Ouarain colorida y un mueble TV vintage, que en realidad era un mueble de radio antiguo, y lo modificamos y pintamos de blanco . Obviamente mantuvimos la radio original dentro de la pieza, aunque, lamentablemente, ya no funciona. Los cojines del suelo están hechos por Cassiopea.
Por su afición a la lectura hemos construido una librería a medida que define este rincón de lectura en la sala de estar. Pintamos la pared del fondo en gris oscuro para hacerla destacar y para complementar los tonos neutros de la habitación. El sillón vintage Mid-Century está restaurado y tapizado de nuevo con una tela estampada del mismo estilo. La lámpara de pie está hecha con una estructura de hierro vintage y una pantalla de hilos de Felipe Hera.
Dar por terminado el proyecto ha sido muy emocionante ya que la clienta sentía que su casa realmente refleja y expresa su individualidad, sus preferencias y sus aficiones, incluyendo a su familia y todos sus recuerdos. Sin duda la personalidad y el estilo de la clienta eran parte integral de nuestro diseño, que resultó en un hogar único, ecléctico e internacional en todos los aspectos.
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